¿Qué es el interiorismo?
¿Quién no ha experimentado en su hogar distintas sensaciones al mover los muebles de sitio, tirar un tabique o simplemente cambiar el color de una pared?. La impresión que nos llevamos al entrar en un espacio no depende únicamente de la arquitectura del mismo sino de su distribución, organización, iluminación o decoración. El interiorismo se encarga precisamente de eso: de jugar con los espacios para conseguir que vivamos distintas experiencias. Hablamos, en definitiva, del arte de diseñar y “vestir” los espacios, ya sea una vivienda, una oficina o un restaurante.
Y como en todo arte, en el interiorismo también existen las tendencias. Si en la moda un año podemos encontrar que se llevan las hombreras, los colores pastel o el largo midi, en el interiorismo podemos hallar modas que van de los espacios minimalistas, a los grandes estampados o la decoración oriental. Será labor del interiorista conocer esas tendencias puntuales y más importante aún, tener un estilo propio y saberse adaptar a los gustos y necesidades de sus clientes.
Siguiendo con el paralelismo de la moda, contratar a un interiorista para diseñar nuestro negocio u hogar sería como contar con un estilista que nos viste en los momentos importantes. Es decir, disponer de un profesional que va a sopesar nuestros gustos, necesidades y preferencias para ofrecernos lo que mejor se adapte a nosotros en todos los sentidos. Teniendo en cuenta el tiempo que pasamos en nuestra vivienda, bien merece la pena apostar por un diseño de interior que garantice nuestro bienestar y comodidad a largo plazo.
¿De qué se encarga el interiorista?
Dejar en manos expertas el diseño y la decoración de interiores nos asegura un resultado profesional y de nuestro agrado pero además, nos facilita mucho la vida ya que será el interiorista quien planifique las obras, cree los presupuestos, subcontrate los distintos servicios que hagan falta, etc. Coordinar albañiles, pintores, fontaneros… será parte de su labor así como buscar las mejores soluciones técnicas, acabados o materiales. Todo esto sin olvidar nunca la parte estética que abarca el mobiliario y la decoración. Al conjugar con arte y conocimiento todos estos ingredientes obtendremos un resultado de éxito.
Resumiendo, estas son algunas de las funciones de los profesionales del interiorismo:
- Estudio del espacio teniendo en cuenta estética y funcionalidad
- Elaboración del proyecto interiorista acorde a nuestras necesidades
- Planificación y dirección de las obras
- Coordinación y supervisión de cada fase del proyecto
- Control del presupuesto
- Lograr un resultado armónico y bello